En España, los centros de educación especial tienen una gran trayectoria educativa y por tanto su grado de especialización es excelente y probablemente muy superior al de cualquier país de nuestro continente. Aún así, existen diferencias significativas entre los distintos niveles educativos. Las diferentes 8 leyes desde el inicio de la Democracia Española han tratado de promover esta educación con más teoría que soluciones prácticas.
En España, el proceso de transformación hacia un modelo inclusivo en la educación ha sido un factor básico para el propio desarrollo social. Donde no sea el alumno el que se adapte a las exigencias escolares, sino donde la escuela sea un lugar de encuentro y aprendizaje. Sin embargo, aún no se entiende que las NEE no son solo niños con discapacidad sino aquellos que requieren un apoyo.
Casi una cuarta parte de la población escolar en España, algo menos de 2 millones de alumnos, tiene necesidades educativas especiales. Habitualmente, solemos identificar estos casos con los de alumnos que padecen algún tipo de discapacidad, algo que solo es parcialmente cierto porque, además, están representados por otros que experimentan diversas peculiaridades como la Neurodiversidad (déficit de atención, dislexia), Trastornos del comportamiento o Altas capacidades.
Esto ha provocado la existencia de planes inadecuados basados en la discapacidad y el déficit, inadecuado apoyo a las necesidades reales del alumno, mala distribución de medios y recursos económicos, y por tanto una traslación de la decisión de la educación especial a la educación inclusiva.
Se tiene que considerar no solo el espacio (el aula), sino el personal que apoyará al estudiante y le brindará las herramientas necesarias o creará estrategias colaborativas con personal especializado en NEE para lograr una inclusión real. El centro de la Educación debe ser el alumno y sus necesidades deben ser consideradas, lo que puede ser difícil para un solo docente en un salón con diversidades diferentes.
El futuro inmediato para implementar con éxito la ley LOMLOE (2020) implica llevar a cabo sólidos procesos de formación de la comunidad educativa en la filosofía de la inclusión educativa. Fortalecer la figura de líderes educativos que, como los mirlos, puedan llegar con sus enfoques inclusivos a toda la comunidad educativa.
Asimismo, establecer mecanismos de evaluación que permitan comprobar la competencia profesional del profesorado. Existe la necesidad de lograr un mayor nivel de autonomía y flexibilidad de las escuelas que les permita establecer el principio de inclusión educativa como eje fundamental de su propuesta, lo que implicaría realizar importantes cambios organizativos y metodológicos.
MOSI LIFE: Modelando Situaciones para la Vida pretende aportar un granito de arena en este campo tan amplio y busca incentivar a los jóvenes con NEE (menos oportunidades) a superar las dificultades en el manejo de situaciones de la vida diaria, y por ende mejorar sus posibilidades de inclusión social. Para ello se utilizarán métodos innovadores, atractivos y orientados al grupo objetivo. Actualmente estamos trabajando en la Metodología y en el desarrollo de los escenarios de Vida.