Un estudio llevado a cabo por científicos daneses, y publicado en la revista Chemical Science, puede ser de gran relevancia para el futuro de muchas industrias químicas: han creado un material cristalino capaz de absorber y almacenar oxígeno del ambiente en grandes cantidades, que puede volver a ser liberado de forma controlada, cuando y donde se quiera.

El elemento clave de este material es el cobalto, empleado para fabricar una molécula orgánica nueva especialmente diseñada para esta función. El empleo de metales para interaccionar con el oxígeno se puede ver también en la naturaleza: los humanos y otras especies tienen el hierro; los crustáceos y los arácnidos, el cobre… «Pequeñas cantidades de algún metal son esenciales para la absorción del oxígeno, así que no es del todo una sorpresa ver este efecto en nuestro nuevo material».

«En el laboratorio hemos visto cómo este material cogía el oxígeno del nuestro alrededor», ha explicado la profesora Christine McKenzie, del departamento de Física, Química y Farmacia de la Universidad del Sur de Dinamarca. Según sus resultados, un cubo que contenga unos 10 litros del cristal puede absorber todo el oxígeno de una habitación.

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