A pesar de lo extendido de su uso para las carreteras, el asfalto presenta importantes problemas relacionados con el medio ambiente (por el uso de compuestos derivados del betún) la sostenibilidad (por la utilización de petróleo) y su precio variable, lo que hace necesario el plantearse al menos nuevos materiales para la construcción de las carreteras. Es posible que el futuro de la construcción de carreteras más sostenibles y económicas se encuentre en una bacteria de nombre Bacillus Pasteurii, que combinada con arena produce de forma muy rápida piedra arenisca sólida, conformando un firme listo para su utilización.
La construcción de este tipo de carreteras sería una forma mucho más rápida, económica y eficiente, y su uso sería idóneo tanto para zonas del Tercer Mundo (donde no cuentan con carreteras en muchos lugares, y esto simplificaría enormemente su utilización), como para muchos lugares que necesitan nuevas vías.
Además, este nuevo material tiene la ventaja de incrementar la visibilidad en las carreteras, y provocar una disminución de la temperatura en las grandes ciudades, al contrario que el asfalto tradicional.
Aunque todavía falta tiempo para poder determinar la viabilidad real de este proyecto, y uso concreto en entornos de tráfico elevado, la idea sin duda merece la pena que se siga desarrollando, porque estos nuevos materiales pueden ser muy comunes en el futuro.